¿Quieres volver a vivir el Amor santo y apasionado? El Señor te necesita… ¡para ser su “burrito misionero”!

 


Homilía-Monseñor Han Lim Moon

Domingo de Ramos en la Pasión del Señor-Ciclo B-28/3/2021 

(San Marcos 11, 1-10)


¿Participaste alguna vez de una peregrinación multitudinaria en honor al Señor oa la Virgen María? Por ejemplo, la peregrinación a Guadalupe, a Luján o al Señor del milagro en la Argentina.

Domingo de Ramos: ¡gran introducción a la Pascua!

El evangelio de hoy describe que, en medio de una multitud de peregrinos venidos de todas partes para celebrar la Pascua, Jesús entró a Jerusalén montado en un burrito. Y la gente, poniendo los mantos en su camino cubriéndolo con las ramas, le gritaba: “¡Hosana! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ”(V.9). Hosana quiere decir, “danos la salvación”. Todos estos gestos significaban el reconocimiento y el homenaje a Jesús como rey y Mesías.

Pero Él, al entrar a Jerusalén en un burrito prestado, se mostraba humilde, pobre y pacífico aunque en su época muchos esperaban a un rey y Mesías como salvador político, poderoso y glorioso.

Esta vez, Jesús no era un peregrino más que iba a participar en la fiesta de la Pascua tradicional, sino que Él mismo realizó una sobria pero gran introducción a su nueva Pascua, es decir, abrió el paso de esta tierra al cielo, de la tierra al cielo, de la muerte a la vida eterna.

La nueva Pascua de Jesús, ¿en qué consiste?

Ahora, en concreto ¿qué hizo Jesús para realizar su nueva Pascua?

·       En la última cena, realizó una nueva y eterna alianza de amor con nosotros que celebramos el jueves santo.

·       Entregó su vida en nuestro lugar muriendo en la cruz para el perdón de nuestros pecados, que celebramos el viernes santo.

·       Descendió al mundo de los muertos para salvarlos y lo conmemoramos el sábado santo.

·       Y, finalmente, pasó de la muerte a la resurrección, es decir, realizó la Pascua definitiva, que celebramos el Domingo de Resurrección.

Los ramos y nuestro compromiso


             Ahora, hoy todos los que le cantamos al Señor alzando los ramos: “¡Hosana! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ”, Estamos recibiéndolo en nuestro corazón, en nuestra familia. Por eso llevamos los ramos a nuestra casa.

Aún más, tenemos mayor compromiso que los peregrinos que recibieron a Jesús como rey y Mesías, ¿sabes por qué? Porque ellos esperaban a un Mesías político, poderoso y glorioso. En cambio, nosotros porque ya sabemos que Él abrió una nueva Pascua en forma humilde, pobre y pacífica; y somos conscientes del “Paso de su amor” en nuestra vida en esta semana santa.

Entonces, ¿cómo podemos participar en la nueva Pascua de Jesús para resucitar con Él? Meditando sus palabras y sus gestos en el relato de la Pasión, pidiendo perdón a través del Sacramento de la confesión, participando con devoción en las celebraciones y agradeciéndole por su amor.

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Querido amigo, querida amiga, Jesús dijo: "¡Cómo he deseado celebrar esta Pascua con ustedes!" (San Lucas 22, 15). Él ha venido para inaugurar la nueva Pascua y desea ardientemente celebrarla con nosotros.

Y ahora, te pregunto, ¿tú también quieres celebrar la nueva Pascua con Él? Si aceptas, alza los ramos y repite conmigo: “¡Hosana, bendito el que viene en el nombre del Señor, danos la salvación, danos la salvación!”.

Entonces, Él te pedirá algo más: ¡ser su “burrito misionero” !, para llevarlo en tus “hombros” a los demás y así introducirlos en su Pascua. ¡El Señor te necesita! (véase verso 3). ¿Aceptas esta hermosa misión? Amén.


¿Quieres ver el video de la homilía? 



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