¡A Jesús lo rechazaron! ¿Y a ti también? - Tu fe y tu amor por Jesús, ¿están creciendo o estancados?
1 Jesús salió de allí y se dirigió a su
pueblo, seguido de sus discípulos. 2 Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar
en la sinagoga, y la multitud que lo escuchaba estaba asombrada y decía: «¿De
dónde saca todo esto? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada y esos grandes
milagros que se realizan por sus manos? 3 ¿No es acaso el carpintero, el hijo
de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanos no
viven aquí entre nosotros?». Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo. 4
Por eso les dijo: «Un profeta es despreciado solamente en su pueblo, en su
familia y en su casa». 5 Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de curar a
unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos. 6 Y él se asombraba de su falta
de fe. Jesús recorría las poblaciones de los alrededores, enseñando a la gente (Mc 6, 1-6).
¿Desde cuándo y cuánto conoces a Jesús? Ese conocimiento,
¿te ayuda a experimentar su amor y a confiar en Él y amarlo cada vez más? ¿O tu
fe y amor por Él se han estancado?
La
incredulidad de los paisanos de Jesús
El domingo pasado meditamos la gran fe de la mujer hemorroisa y de Jairo. En cambio, en el evangelio de hoy, en la sinagoga del pueblo
de Jesús, sus paisanos no le creyeron a pesar del asombro por su sabiduría y su
poder milagroso.
¿Y por qué no le creyeron? Porque lo conocían muy bien
a Él y a toda su familia de toda la vida. Era un humilde carpintero de su
pueblo que ahora repentinamente comenzó a realizar todas las maravillas que
nunca habían visto y oído.
Además, en otra oportunidad, sus parientes ya lo
habían considerado como un “exaltado” (cf. San Marcos 3, 21). Es más, según el
evangelio de San Lucas, Jesús afirmó que Él era el Mesías que todos esperaban
(cf. San Lucas 4, 21).
Mesías:
¿Jesús de Nazaret?
Efectivamente, sus paisanos, como todos los judíos, creían
y esperaban que Dios enviara al Mesías. Lo que no podían creer es que ese
Mesías fuera justamente Jesús de Nazaret: un carpintero, de una familia humilde
y sin ninguna preparación especial. En una palabra, para ellos era algo
“in-creíble” (cf. 1 Corintios 1, 23). Es decir, no podían hacer un salto
cualitativo del conocimiento puramente humano a la fe en Jesús de Nazaret como el
Mesías.
Además, al comienzo de la actividad pública de Jesús, los
dirigentes religiosos y civiles ya lo habían rechazado (cf. San Marcos 3, 6) y
esta vez lo rechazaron sus parientes y su pueblo (cf. San Juan 1,11). Y aún
más, querían matarlo (cf. San Lucas 4, 28-29).
La
enseñanza de la incredulidad de los paisanos de Jesús
Ahora, a nosotros, ¿qué nos enseña todo esto?
·
Ante todo, tenemos que pedir una gracia particular que nos abra el
corazón y que nos permita hacer un salto cualitativo en la fe: pasar de un
conocimiento humano de Jesús a un reconocimiento de Él como Mesías.
· A pesar de que algunos digan “¿puede salir algo bueno de Nazaret?” (San Juan 1, 46), Dios quiso encontrarse con nosotros los hombres en Jesús de Nazaret y que nosotros podamos encontrarlo a Él en Jesús (cf. San Juan 1, 14). Así quiso Dios, revelarse, hablarnos y actuar en Jesús de Nazaret. Y para los que creemos en Él se abre un mundo totalmente nuevo y divino.
·
No contentarnos sólo con el conocimiento intelectual sobre Jesús, sin un vínculo
vivo de fe y amor con Él, ya que este vínculo se cultiva cada día y, como consecuencia,
crece y profundiza nuestro reconocimiento de Él como nuestro Salvador y Señor.
Por ejemplo, sabemos que el Pan consagrado es Jesús presente entre nosotros, pero
su presencia debería ser ocasión para la comunión creciente de amor con Él.
·
Por último, al anunciar el evangelio, si nos rechazan, no tenemos que
sorprendernos porque Jesús, el Evangelio mismo, desde el comienzo de su
actividad fue rechazado. Y nosotros, sus discípulos, seguiremos la voluntad del
Padre: ¡transmitir la Buena Noticia de su Amor a todos los hombres hasta dar la
vida!
-----------------
Querido amigo, querida amiga, no te olvides de que tu
conocimiento sobre Jesús debe ayudarte siempre a creerle y amarlo cada vez más,
y también amar a tus hermanos en Él.
Entonces, ¡el Señor feliz se asombrará de tu gran fe y
amor! ¡Y hará maravillas en tu vida! Amén.
¿Quieres ver el video de la homilía? 👨👇
Creo hace mucho caminamos juntos con Jesús, pero a veces parece que me olvido 😔 y me gana la melancolía hasta que lo escucho otra ves en su Palabra o en algún gesto y me ayuda a continuar con optimismo 🙂
ResponderBorrar