¿Comprendes a un hipócrita? ¡Del mismo corazón sale tanto la maldad como la bondad!


Homilía - Monseñor Han Lim Moon

Domingo 22°, ciclo B - 2018 (San Marcos 7, 1-8.14-15.21-23)

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1 Los fariseos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a Jesús, 2 y vieron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavar. 3 Los fariseos, en efecto, y los judíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente las manos, siguiendo la tradición de sus antepasados; 4 y al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones. Además, hay muchas otras prácticas, a las que están aferrados por tradición, como el lavado de los vasos, de las jarras y de la vajilla de bronce. 5 Entonces los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué tus discípulos no proceden de acuerdo con la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?». 6 El les respondió: «¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. 7 En vano me rinde culto: las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos. 8 Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres». 14 Y Jesús, llamando otra vez a la gente, les dijo: «Escúchenme todos y entiéndanlo bien. 15 Ninguna cosa externa que entra en el hombre puede mancharlo; lo que lo hace impuro es aquello que sale del hombre. 21 Porque es del interior, del corazón de los hombres, de donde provienen las malas intenciones, las fornicaciones, los robos, los homicidios, 22 los adulterios, la avaricia, la maldad, los engaños, las deshonestidades, la envidia, la difamación, el orgullo, el desatino. 23 Todas estas cosas malas proceden del interior y son las que manchan al hombre» (Mc 7, 1-8.14-15.21-23).

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¿Alguna vez conociste algún hipócrita, entre tus compañeros de trabajo o entre tus conocidos? Se trata de una persona que muestra una cara, pero, en realidad, es otra. La hipocresía significa originalmente “la máscara” que se usaba en el teatro para representar un personaje diferente. Acá comúnmente le llamamos “careta”. Para saber si uno es hipócrita o no, se necesita bastante tiempo y mucha observación atenta de sus comportamientos y de sus palabras porque se disimula bastante bien.

Métodos de un hipócrita y origen de su comportamiento

Normalmente, un hipócrita usa muy hábil y astutamente dos métodos simultáneos como “lobo con piel de oveja”:1) Simulación, fingimiento, disfraces. Por ejemplo, te puede parecer muy amable, bondadoso, generoso, con una sonrisa, con cara alegre, inclusive te dice que es muy “sincero”. 2) Disimulo y ocultamiento. Oculta informaciones claves y, por supuesto, sus intenciones de corazón.

Estos comportamientos tienen su origen generalmente: en su corazón herido por la carencia del amor auténtico o por daños recibidos; y, también, en la inteligencia deformada por la confusión entre el bien y el mal. Los dos están potenciados por algunas ambiciones desmedidas como el poder, el dinero y el placer.

Un hipócrita al descubierto

Cuando, inevitablemente, queda al descubierto un hipócrita con todas sus intenciones de fondo, muchas veces “muestra los dientes”, es decir, muestra su rostro verdadero que es muy peligroso, dañino y te sorprende. Jesús en el Evangelio de hoy denuncia algunas de estas: "orgullo, envidia, difamaciones, avaricia, libertinaje, maldad, robos, adulterios y homicidios" (Marcos 7, 21- 22).

Por lo tanto, uno tiene que estar muy atento y prudente ante un hipócrita para no caer en su trampa. Para eso conviene, de lo posible, conocer mejor distintas estrategias de los hipócritas; cuando hay duda, tomar sana distancia para que no te “muerda”; y consultar a las personas sabias cómo actuar.

Los hipócritas del evangelio y nosotros

Hasta hace unos 15 o 20 años atrás yo pensé que los hipócritas del Evangelio no tenían mucho que ver con mi vida. Luego, tomé más conciencia de que nadie es del todo puro en su corazón. Es decir, no hay 100% malos, tampoco 100% buenos. Por lo tanto, nadie está exento de la hipocresía. También me di cuenta que del mismo corazón sale tanto la maldad como la bondad.

En conclusión, querido amigo, querida amiga, cuando tratamos con los hipócritas, por un lado, tenemos que cuidarnos, estar atentos. Por otro lado, rezamos por ellos porque ellos con el afán de engañar a los demás, se auto engañan, se auto convencen. Por eso, se necesita una gracia particular de parte de Dios para remover su auto engaño. En tercer lugar, tenemos que presentarles con prudencia a ellos, a Jesucristo para que se encuentren con el Autor de la sanación y de salvación.

A su vez, pedimos al Señor la luz del Espíritu Santo para que nos ilumine, nos descubra nuestras hipocresías y pedirle la sanación de raíz.

Por último, con el corazón sanado y purificado por la gracia de Jesús, dar testimonio a los demás de nuestra transformación de corazón y de inteligencia, que se manifestará a través de los frutos del Espíritu Santo: amor, alegría, paz, comprensión de los demás, generosidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí mismo (Gálatas 5, 22-23).

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¿No nos gustaría que todos estos frutos surjan de nuestro corazón? ¿Pedimos al Señor una gracia particular para esto? Amén

 Preguntas para la reflexión personal y/o comunitaria:

-         ¿Reconozco en mí actitudes o intenciones hipócritas: orgullo, envidia, difamaciones, avaricia, libertinaje, maldad, robos, adulterios y homicidios? ¿Pido al Espíritu Santo que sane y transforme mi corazón para que mis intenciones se acerquen cada día más a las de Jesús?

-         ¿Me importa más cumplir normas, preceptos, mandamientos por el que dirán o encuentro en su cumplimiento una cercanía más fiel a Jesús?

-         ¿Me es fácil identificar una persona Hipócrita? ¿Rezo por ellas? ¿Les presento a Jesús y su Palabra?

p        Aquí pueden ver el video de la homilía 👇


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