Cuando una pareja se lleva mal, ¿cómo se debería arreglar? ¡Desde el cimiento!

 

Homilía Domingo 27° - Ciclo B - 2018 (San Marcos 10, 2-16)

Monseñor Han Lim Moon

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Se acercaron algunos fariseos a Jesús y, para ponerlo a prueba, le plantearon esta cuestión: «¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer?». Él les respondió: «¿Qué es lo que Moisés les ha ordenado?». Ellos dijeron: «Moisés permitió redactar una declaración de divorcio y separarse de ella». Entonces Jesús les respondió: «Si Moisés les dio esta prescripción fue debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo varón y mujer. Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre. y los dos no serán sino una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido ». Cuando regresaron a la casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre esto. Él les dijo: «El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra aquella; y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, también comete adulterio». Le trajeron entonces a unos niños para que los tocara, pero los discípulos los reprendieron. Al ver esto, Jesús se enojó y les dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él ». Después los abrazó y los bendijo, imponiéndoles las manos (Mc. 10, 2-16).

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            Cuando hay un terremoto muy fuerte, ¿qué nos produce? ¡Pánico, impotencia, desesperación! Literalmente un terremoto nos sacude el piso del edificio donde estamos y puede quebrar los cimientos, las columnas, los pisos, las paredes con peligro de derrumbe. Después del sacudón y la angustia, para reparar la destrucción, ¿desde dónde hay que comenzar? Por supuesto, desde el cimiento, columnas, pisos, paredes; no al revés. Este orden de procedimiento es obvio y nadie lo discute.

Dificultad de convivencia en las parejas y su separación

Pero cuando se trata del quebranto de los vínculos humanos, no siempre comprendemos ni respetamos este orden en el arreglo de las relaciones humanas. Es decir, frecuentemente hacemos al revés, en primer lugar, intentamos arreglar el piso que tienen las relaciones humanas. Y, aunque rezamos a Dios por el mismo motivo, muchas veces no conseguimos buenos resultados por no haber respetado el orden correspondiente.

En el Evangelio de hoy, a Jesús le platean uno de los problemas más importantes en la humanidad: la dificultad de la convivencia en la pareja. Y este problema de separación sigue siendo muy actual.

El plan original de Dios

Ante este planteo Jesús les responde que Dios tiene un plan desde el principio al crearnos varón y mujer: los hizo con la misma dignidad y en orden a formar la unidad en cuerpo, corazón y alma para su mutua felicidad. Pero este plan original de Dios en cierta manera fracasó por la dureza del corazón del hombre. Por esa razón, Moisés permitió una ley de divorcio para evitar problemas mayores.

Ahora, justamente, Jesús vino para restaurar el plan original de Dios aclarando mucho más detalle: Él invita, por un lado, a que el matrimonio cristiano sea un signo de su amor, de Él como Esposo hacia su Esposa Iglesia, los cristianos. Por otro lado, que el matrimonio con sus hijos sea signo de comunión de amor de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, el mejor ejemplo es la Sagrada Familia.

            Sin embargo, todo este plan original de Dios aclarado por Jesús parece más difícil todavía para comprender y mucho más difícil y exigente para vivirlo.

Relación vertical y horizontal de la restauración de Jesús

Entonces, ¿cuál es la Buena Noticia que trae Jesús?

Jesús entró en este mundo para restaurar, en primer lugar, la relación rota entre Dios y los hombres, especialmente por su obediencia en el nombre de todos los hombres haciendo la Voluntad del Padre. Gráficamente lo vemos cuando se abrió el cielo en el momento del Bautismo de Jesús y en su crucifixión cuando la misma cruz con Jesús abre el paso entre el cielo y la tierra. De esta manera restauró nuestra relación vertical con Dios.

En segundo lugar, Él nos asumió regalándonos la identidad de hijo / a de Dios, luego, la libertad auténtica para amar. Para eso hizo los exorcismos que nos liberan del maligno y los milagros que nos sanan de las heridas causadas por el pecado. De esta manera reparó la relación entre los seres humanos especialmente por medio del perdón. Esta sería la dimensión horizontal de la restauración realizada por Jesús.

  Por esta razón, cuando se rompe o quiebra el vínculo humano hay que arreglar primero el vínculo con Jesús y, a través de Él, con Dios Padre (relación vertical). He aquí la importancia vital del encuentro personal con Jesús porque Él es el sostén fundamental y la fuente de nuestro amor que nos permite la armonía entre nosotros, los hombres (relación horizontal). De lo contrario, lamentablemente, mucho esfuerzo que hacemos para arreglar los conflictos queda con poco efecto positivo por no haber respetado el orden del procedimiento, como en el ejemplo del edificio roto.

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En síntesis, querido amigo, querida amiga, Jesús entró en este mundo para restaurar nuestra relación en “¡forma de cruz!”, Con Dios Padre y con nuestros hermanos. ¡Esta misión le costó su vida! Por eso podemos decir que nuestra salvación tiene forma de cruz y nos la ofrece respetuosa, integral y gratuitamente.

Si crees y aceptas a Jesús y su salvación como niño/a dócil, ¡Él te abrazará muy contento, inclusive muy agradecido, por creer en Él y en sus obras! ¡Y Él te bendecirá y te acompañará fielmente junto a su Madre!

¿Te gustaría? ¡Anímate! Así, ¡llegarás a la felicidad plena con Dios y con tus hermanos! Amén.

 

Preguntas para reflexionar:

-          ¿Cómo actúo frente a un problema en las relaciones familiares: mis padres, mis hermanos, mi esposo/a, mis hijos, mis amigos? ¿Cómo intento solucionarlo? ¿Es la Sagrada Familia ejemplo en la mía?

-          ¿Comprendo la importancia del encuentro personal con Jesús para tener relaciones humanas sanas y santas?

Video de la homilía: 




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